Historias personales: Agur aitite!

Buenos días mis ·Beautiful and Damned· Por fin es viernes y esta semana estoy deseando más que nunca que llegue el fin de semana. Me vais a permitir que el post de hoy sea un poco diferente a los de otras veces , más personal, porque esta ha sido una semana dura para toda la familia.

El martes, después de unos meses de enfermedad nos dejó mi aitite (para los que no lo sepan, "aitite" es las forma en la que los bizkaínos nos referimos a nuestro abuelo) y este es mi pequeño homaje a todo el cariño que nos dio a lo largo de los años.

Mi aitite se llamaba Juan Ángel Echebarria y era un campeón que dejó de conducir a los 90 años y por órdenes del médico. Sus 91 años dieron para miles de experiencias que siempre disfrutaba contando con entusiasmo y buen humor a cualquier oyente dispuesto a escucharle. 

Cuando charlabas con él te dabas cuenta de que mientras hablaba ya estaba buscando otra historia en el archivo mental para seguir con la conversación. Gracias a él conozco mil anécdotas de la historia de Enkarterri del siglo pasado que no creo que estén en ningún libro.

Mis mejores recuerdos son de los veranos de mi infancia cuando mi primo y yo íbamos a la huerta y a la playa con los atites. Aitite tenía en el coche una cinta "especial" con todas las canciones de las series de dibujos animados de la época como "Dartagnan y los 3 Mosqueperros" y "Willie Fog" y nosotros las cantábamos a gritos con las ventanillas bajadas mientras nos reíamos porque nos parecía que conducía muy despacio y le animábamos a ir más rápido. 

También me acuerdo del día que me enseñó a sacar patatas de la tierra con la azada sin romperlas o a recoger las uvas en época de vendimia sin estropear los racimos. O cuando le veía afeitarse por las mañanas con la máquina eléctrica antes de meterse entre pecho y espalda un tazón con medio litro de leche, media barra de pan en sopas y 2 cucharadas generosas de azúcar.

Muchos, muchos recuerdos que no se van porque él ya no esté. Me alegro mucho de haber podido estar con él en los últimos momentos y haber podido darle un beso de despedida. Ese será mi mejor recuerdo.

Agur aititurrio! 
Gracias por traer al mundo el mejor aita que nos podía haber tocado a Alain y a mí