A estas alturas no es ningún secreto que lo de correr no es lo mío, pero me encanta
andar. Siempre que puedo (y el tiempo me lo permite) prefiero ir andando a los sitios antes que utilizar el transporte público. O calzarme las zapatillas y hacer una ruta un poco más campestre y así aprovechar para darle un
paseo a la ratilla.
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Paseo Punta Galea a Sopelana |
Tengo varias
rutas que repito habitualmente dependiendo un poco del tiempo del que dispongo (y a veces también de las ganas) y las iré compartiendo aquí con vosotros. Hoy os propongo una de las que más me gustan, sobre todo cuando brilla el sol y el cuerpo me pide estar al aire libre. Es el camino que recorre la distancia entre el
Fuerte de la Galea y la
playa de La Salvaje en Sopelana.
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Paseo Punta Galea a Sopelana |
Este es un paseo de unos 5 kilómetros sobre los acantilados que unen Getxo y Sopelana y hay dos opciones si nos animamos a hacerlo. Si no vives en la zona y te desplazas en coche, una opción es aparcar en el Fuerte de la Galea y empezar el paseo desde ahí. El aparcamiento es gratuito, siempre hay sitio y bastante gente paseando, por lo que es seguro. Desde allí el paseo empieza cuesta abajo, en dirección al campo de golf de Neguri y en ningún momento nos separamos de la costa.
El camino está asfaltado y hay un par de fuentes, por lo que es ideal tanto para caminantes habituales como para domingueros. Las pendientes son casi todas moderadas excepto la que nos encontramos al llegar ya al búnker de Sopelana. Pero nada con lo que no podáis vosotros, estoy segura. Terminamos en el aparcamiento de la Salvaje de Sopelana ¡y media vuelta! Que hay que ir otra vez hasta el coche.
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Paseo Punta Galea a Sopelana |
La otra opción es recorrer el camino a la inversa. Podemos ir en coche hasta Sopelana, subir al aparcamiento de la Salvaje (atentos a las diferentes épocas del año porque del 15 de Junio al 15 de Septiembre hay que pagar por aparcar) y dejar allí el coche. Nos encaminamos en dirección a la escuela de parapente y empezamos el camino hacia la Galea. En este caso las pendientes son algo menos pronunciadas pero a la vuelta nos encontramos con la subida al búnker. De esa no nos libramos.
A mí me gusta especialmente este paseo, en cualquiera de las direcciones, porque además de las vistas inmejorables y el aire fresco de la mar, tiene varias zonas con bancos orientados a los acantilados en los que te puedes sentar a tomar un poco el sol, leer, hacer unas fotos o simplemente disfrutar de las vistas.
Además, si tenéis perro es un camino perfecto para llevarlo suelto y dejar que socialice con los otros perros que te encuentras ya que mucha gente aprovecha para sacarlos a pasear. También os aviso que os encontraréis bastante gente que se anima y hace el camino en bici así que atentos para evitar atropellos :O)
Así que, ya sabéis, ¡poneos calzado cómodo y a pasear! Yo hice este recorrido por última vez la semana pasada aprovechando una tarde que hizo bueno. Aquí os dejo una foto mía con la ratilla que disfrutó todavía más que yo.
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Paseo Punta Galea a Sopelana |
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