El último encuentro de Sándor Márai |
“Nací
cuando soplaba el viento, al caer la noche, hacia las ocho,
he
amado Kassa y los poemas,
las
mujeres, el vino y el honor,
también
la razón, cuando habla al corazón-
No
amo, por lo demás, ninguna otra cosa. Nadie conoce el resto.
Ni
ruegos ni súplicas, no os compadezcáis de mí.”
Sándor Márai, “Cielo y Tierra”, 1942
Este párrafo de uno de sus libros
nos acerca someramente a la personalidad de Sándor Márai. De origen húngaro, está considerado
uno de los mejores escritores europeos del Realismo del siglo XX. Escribió
poemas, ensayos, memorias, artículos periodísticos y magníficas novelas. Hoy
queremos dejaros el comentario de una de ellas, una novela corta titulada “El
último encuentro”.
La novela trata de dos hombres, una
larga amistad surgida en la infancia, una mujer (esposa de uno de ellos), una
traición, una larga separación y un reencuentro que se produce cuando ambos
están llegando al final de sus vidas. Pero la novela va más allá del relato de
unos hechos ocurridos como consecuencia del triángulo amoroso.
A lo largo de la última conversación
mantenida entre esos dos hombres que se produce en un castillo de caza en
Hungría, el autor, con la habilidad y precisión de un cirujano experimentado,
va diseccionando el alma de sus personajes para que la verdad, esa verdad
liberadora para la que uno de ellos ha sobrevivido esperando tantos años,
aflore. Esa verdad, ignorada, que hizo que un día cambiara la realidad de sus
vidas para siempre y que ahora tiene la oportunidad de conocer. Sin dramatismo
ni miramiento alguno al dolor que pueda producir esa verdad, escarban entre sus
recuerdos, nítidos a pesar de los años transcurridos.
Como telón de fondo de la historia
un modo de vida en decadencia que ha formado parte del pasado común de ambos
hombres. Con un gran dominio del tempo,
Márai, a través de las palabras de uno de ellos recrea partidas de caza,
elegantes bailes y encuentros con importantes personajes de la sociedad de una
época que toca a su fin.
A la tenue luz de las velas que
iluminan la pieza de la casa donde los dos hombres se encuentran, mientras la
tormenta ruge fuera y en al aire flota el recuerdo de una mujer que ya no
existe, la tensa atmósfera va creciendo y la conversación, casi un monólogo en
sus últimas páginas, abre antiguas heridas. Márai, con su prosa seria, elegante
y sólida, nos convierte en mudos testigos de la escena y consigue que
percibamos esa tensión, mantenida casi hasta el final del libro.
Pero Márai también nos hace
plantearnos algunas reflexiones sobre el concepto de la amistad, eje central de
la novela: ¿conocemos realmente a esa persona que consideramos un amigo?
¿aceptaríamos como auténtica una amistad donde el otro pone límites, acota la
relación? ¿acaso esos límites no pudieran ser la punta de un iceberg que
siempre deja una parte fuera de nuestra vista? ¿ante la traición de un amigo,
no sería más doloroso de asimilar la previa intención que los hechos
constatados después?
Para terminar, transcribo una frase extraída de la novela:
“Uno
siempre conoce la verdad, la otra verdad, la verdad oculta tras las
apariencias, tras la máscara, tras las distintas situaciones que nos presenta
la vida”.
Las ciento ochenta y ocho páginas de
“El último encuentro” forman, a nuestro juicio, una lectura imprescindible que
os recomendamos.
B. Santamaría
B. Santamaría
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