Shibuya, Tokyo |
El año pasado tuve la oportunidad de viajar a Tokyo, capital de Japón. No era un destino con el que hubiese soñado pero resultó ser una ciudad maravillosa. Silenciosa a pesar de los 9 millones de personas que viven en el centro y los 35 millones totales del Gran Tokyo, una palabra me viene a la mente cuando pienso en su gente. RESPETO. Fue una de las mejores experiencias de mi vida y estoy deseando volver en cuanto surja la oportunidad.
Pero dejando de lado sus idiosincrasias y los sitios de visita obligada (pueden ser temas para otras entradas del blog) lo que más me impactó fue el consumismo descontrolado que uno ve en todas las esquinas. Vamos, que me volví un poco loca con todas las tiendas y productos diferentes que encontraba cada dos pasos y me zambullí de lleno en su "shopping experience".