“La eutanasia es la acción o inacción hecha
para evitar sufrimientos a personas próximas a su muerte, acelerándola ya sea a
sabiendas de la persona o sin su aprobación. Se puede considerar también como
el hecho de morir sin experimentar dolor”
La Acabadora de Michela Murgia |
Hoy queremos comentaros La Acabadora, un libro de Michela Murguía. La vida y la muerte vertebran toda esta
novela; la angustia personal ante la muerte, ese igualitario y definitivo
estado del ser humano, como proceso final de la vida y que forma parte
ineludible de ella. La muerte, o la sensación de provisionalidad y fragilidad
de la vida, ha sido siempre tema de interés en cualquier sociedad y momento de
la historia y constantemente representada en teatro, pintura, cine, novelas …
Este libro está basado en una figura
imaginaria de la cultura popular sarda y refleja la vida rural en la Cerdeña
más profunda donde las tradiciones y supersticiones se han ido manteniendo
hasta el día de hoy. Así, describe disputas
de vecindad por las tierras o costumbres ancestrales como la preparación de las
bodas con su vestuario y banquetes o los funerales, plañideras incluidas.
La figura imaginaria, personaje
principal de la novela es Bonaria Urrai, modista del pueblo de Soreni, que de
día cose trajes y por las noches, al margen de curas o iglesias, “ayuda” a sus vecinos en ese proceso final de
la vida, como una comadrona lo hace en los nacimientos. Bonaria, a la que el pueblo respeta pero
teme, es una mujer ya mayor, sin hijos, eterna “prometida” de luto por un
soldado que nunca volvió de la guerra que decide, según una antigua costumbre
local, adoptar como “hija del alma” a María, última hija nacida de una mujer viuda
que ya tiene otras tres a las que apenas puede alimentar debido a su pobreza.
Por este motivo se la cede a Bonaria que se encargará de mantenerla y educarla.
Es una adopción “sin papeles” que no
impide a la niña mantener el contacto con su familia. María, ajena al otro “oficio” de su
madre adoptiva, crece razonablemente feliz junto a ella, aprendiendo a coser y
asistiendo a la escuela bajo el férreo control que sobre ese tema ejerce
Bonaria.
Pero a la atenta mirada de María no se escapa el extraño
comportamiento de la modista en sus
salidas nocturnas, de las que nunca da explicación, siempre acompañada por alguien del pueblo que minutos
antes ha ido a buscarla a la casa.
Cuando María, joven aún y sin
experiencia de la vida descubre el tipo de “ayuda” que proporciona su madre
adoptiva a los vecinos del pueblo, se produce una dura conversación posterior
entre ellas donde María, entre reproches, pregunta a Bonaria de qué manera lo
hace, cómo les ayuda a morir, a lo que Bonaria contesta: “No puedes juzgar
el cómo sin conocer el por qué”. María, incapaz de asimilar el descubrimiento,
se aleja de Bonaria y del pueblo.
Y porque la vida es la incansable
Gran Maestra, un tiempo después pone a María ante una situación que en el
pasado juzgó sin conocer, cuando la enfermedad y la lenta agonía de Bonaria, le
hacen volver al pueblo a atenderla.
A mi juicio y a pesar del tema que
trata el libro, es una historia muy bonita, bien escrita (pierde algo de fuerza
cuando María abandona el pueblo pero la retoma cuando vuelve) que os hará
pensar más en los “por qués” que en los “cómos”.
Michela Murgía es una escritora nacida en un pequeño pueblo llamado Cabras, en la isla de Cerdeña, en 1972. Estudió Filosofía y Teología y su primer libro fue un ensayo sobre las nuevas formas de explotación en el trabajo, basado en su experiencia en el mundo laboral. “La Acabadora” estuvo durante muchos meses encabezando la lista de los libros más vendidos en Italia donde recibió el prestigioso Premio Campiello en 2.010.
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