Comer fuera: Un Señor de Bilbao

Un Señor de Bilbao

¡Buenos días mis ·Beautiful and Damned·! El sábado me fui de cena y como siempre, aquí os traigo mi crítica. Esta vez elegimos el restaurante Un Señor de Bilbao, en Indautxu nº 8 / 10 bajo. Todavía no había probado su cocina y había oído hablar muy bien de él, así que tenía ganas de pasarme por allí.

¿Mi veredicto? Comida típica vasca, de buena calidad y cocinada en su punto exacto. Las raciones más que adecuadas (yo no pude terminar mi segundo plato y no comí postre) y el servicio muy atento y agradable pero sin agobiar. El único pero que le puedo poner es que todos los platos me parecieron un poco salados, pero puede ser porque en casa apenas utilizo sal para cocinar. La verdad es que mis acompañantes no lo notaron. Bueno, no me enrollo más y os cuento qué comimos.

Para empezar decidimos compartir ventresca de bonito con cebolla, ensalada de mozzarella de bufala con texturas de tomates secos cherrys y confitados y pimientos verdes del país con sal gorda por encima. Todo estaba riquísimo pero la ensalada me conquistó. La mezcla de mozzarella con tomate confitado es un triunfo y el aliño también estaba muy rico.

Ensalada mozzarella bufala
 y tomate confitado

Pimientos verdes

Ventresca de bonito
con cebolla

De segundo nos decidimos por txipirones a la plancha sobre cama de cebolla caramelizada, mollejas con foie y hongos, merluza rebozada con pimientos rojos y roastbeef caliente con chutney de manzana y salsa. Como los entrantes, todo cocinado en su punto, con riqueza de sabor y salsas muy ricas. Se llevó mención especial el roastbeef. Además acompañamos la comida con una cesta de panes variados, agua y una botella de vino blanco de Marqués de Riscal.

Mollejas con foie y hongos

Merluza rebozada
con pimientos

Roastbeef con chutney
de manzana y salsa

Txipirones a la plancha
sobre cama de cebolla

Como veis todo con una pinta impresionante. Algunos ya estábamos más que llenos después de esto así que solo pedimos dos postres: torrija caramelizada y tarta de trufa con helado. Todo esto y un café, entre cuatro, resultó en un precio de 36€ por persona, que me pareció muy adecuado para la calidad de la comida.

Tarta de trufa con helado
de cookies

Torrija caramelizada

Me han comentado que los fines de semana el comedor puede llegar a ser bastante ruidoso porque se juntan las conversaciones de los comensales con las de la gente que entra al bar, pero la verdad es que cuando estuvimos nosotros el restaurante y el bar estaban casi vacíos así que no tuvimos ese problema.

Con una decoración bastante relajante en tonos claros que a ratos recuerda un restaurante de puerto y a ratos una obra sin terminar, es un sitio agradable para cenar algo tanto en pareja como con amigos y espero repetir algún día.

¡Hasta aquí llega mi labor de crítica culinaria esta semana mis ·Beautiful and Damned·! Espero que hayáis disfrutado tanto como yo disfruté mi cena y que lo que queda de semana os sea leve. Nos leemos el jueves.