Películas: El Gran Gatsby sin spoilers

Foto tomada de blogs.libertaddigital.com

¡Buenos días mis ·Beautiful and Damned·! Hoy os traigo mi crítica de otra película, El Gran Gatsby. Se que lleva ya tiempo en cartelera pero yo no había tenido la oportunidad de verla hasta hace un par de semanas. Además, reconozco que sentía reticencia porque el libro original de F. Scott Fitzgerald en el que está basada es uno de mis favoritos (de hecho, este blog toma su nombre de la obra The Beautiful and the Damned de este mismo autor) por lo que tenía un poco de miedo al pensar en lo que una versión "moderna" podía haber hecho a esta historia.

Aprovechando un fin de semana tranquilo en la costa y que la casualidad quisiese que yo pasase por delante del cine 10 minutos antes de que fuese a empezar la película, decidí que era el momento de verla. Y aunque no me arrepiento de haberla visto, mi instinto no se equivocaba. Es una película muy correcta, que se ciñe totalmente a la obra original, pero... bueno, os cuento más abajo un poco más.

A esta nueva versión de la película le falta pasión y peca de un elenco no demasiado acertado, en mi opinión. Baz Lurhmann (Director de Romeo + Julieta, Moulin Rouge y Australia entre otras), como es habitual en él tira la casa por la ventana en el apartado visual y nos presenta una orgía de escenas coreografiadas, impecablemente diseñadas, con un vestuario de ensueño y unos estilismos para disfrutar a cámara lenta, en las que el ojo humano apenas puede absorber todos los detalles.

Destacan especialmente las vertiginosas fiestas en casa de J. Gatsby en las que el espectador no quiere perderse ni un solo detalle. Aunque la elección de una banda sonora hip-hopera y housera nos distrae de la opulencia de las fiestas. En algunos momentos más parecían estar en Pachá Ibiza que en una fiesta de los locos años 20. Eché de menos algo de música de la época.

Una imagen y fotografía excepcionales de principio a fin que dan un toque algo frío y "plástico" a una película que trata sobre cómo las pasiones pueden hacerte subir a lo más alto o caer a lo más bajo. Pasiones que apenas se dejan entrever.Tampoco ayuda el elenco elegido. 

De Leonardo DiCaprio diré que no es Jay Gatsby. Lo siento. Era un papel difícil de asumir, especialmente porque siempre será comparado con el impecable Gatsby de Robert Reford. Y Leo se queda pequeño. En ningún momento me creo su pose de nuevo rico que esconde un pasado nada refinado. Su interpretación me pareció muy superficial, forzada. Muy poco pulida. 

Tobey Maguire como Nick Carraway, una de las peores decisiones de la historia del cine. Con su carita de perrito sorprendido por los faros de un coche solo me daban ganas de darle tortas. Y es quien nos cuenta la historia. Nuestros ojos en los hechos que suceden. A día de hoy todavía me sorprende que alguien le siga dando papeles...   

Carey Mulligan como Daisy Buchanan no es mala opción, pero en ningún caso se acerca al personaje interpretado por Mia Farrow. Demasiado sedada. Hace que sea imposible comprender que ella es el centro de la tragedia, de los desencuentros y las pasiones exaltadas.

Joel Edgerton como el infiel Tom Buchanan y Elizabeth Debicki como Jordan Baker son, en mi opinión, los personajes mejor adaptados. Sobre todo Jordan, tan elegante, tan distante. Actuando como si estuviese de vuelta de todo.

En resumen, mucho ruido y  pocas nueces. Un gran despliegue de medios visuales, atrezzo, vestuario, maquillaje, música, coches y efectos especiales, muy cuidados en todo momento pero que no pueden esconder el hecho de que las interpretaciones son, en el mejor de los casos, 100% descafeinadas.