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Hiri Krosa - Aste Nagusia 2012 |
Todos los que me conocen saben que para mí un minuto en la cinta de correr es como una semana atada a una silla escuchando a Punset cantando reggeaton. El tiempo no pasa, la distancia recorrida no aumenta y las calorías quemadas se niegan a crecer. Y ahí es cuando yo empiezo a decirme a mí misma "Uy, seguro que ya has corrido mucho, eres una máquina porque no estás nada cansada" y en cuestión de segundos me siento agotada y lo dejo.
En la red hay miles de artículos en los que intentan convencerte de que correr es el deporte más sano, más fácil, más barato y con más beneficios, y vas tú, y te crees que con calzarte unas zapatillas ya está, ya te puedes lanzar y vas a convertirte en corredor de maratones en un par de meses.
Pues no señores.¡Error! Yo tengo la teoría de que correr no es tan fácil y que hay cuerpos que no se hicieron para correr. Para muestra, el mío. Soy la corredora maaaaás lenta del mundo. Parece que boto en el sitio, sin avanzar. Y para correr 4kms sufro como si hubiese estado una tarde entera de compras subida en tacones de 15 cms... Menos mal que por mi tono de piel me ahorro la indignidad de acabar con la cara color remolacha como si estuviese a 30 segundos de morir asfixiada. Demos gracias por los pequeños favores...